Era una tarde apacible, el almuerzo había terminado, los comensales se retiraron y solamente quedó una señora, estaba sentadita con rostro triste y le caía una lágrima.
Me acerqué con un pañuelo, y le pregunté mientras ella se secaba la lágrima.
– Está Usted bien?
Levantó la mano mostrándome su teléfono y dijo.
– Acabo de hablar con mi hija, cada vez que hablo con ella me dice cosas horribles, me ofende, me hace sufrir, yo que solo trato de agradarle.
– Ella le llamó? pregunté yo
– No. yo la llamé. Yo la llamo siempre, todos los días. Dijo ella rápidamente.
– ¿Si Usted sufre cuando habla con ella, para que la llama? Pregunté con curiosidad.
– Es mi hija, quiero tener una bonita conversación, que sea cariñosa conmigo. Es mi hija … me duele que sea así conmigo. Repuso ella con tono enérgico.
– Ella va a cambiar con sus llamadas? pregunté yo, y el rostro de la señora se puso triste nuevamente.
– No. Pero es mi hija, dijo en un sollozo la señora mientras yo permanecía en silencio un momento para luego mirarla con ternura y decirle:
– Imagínese que tiene una chompita muy fina, muy valiosa, abrigadora, pero que te pica cuando la usa, le queda estrecha, le aprieta. Entonces …. la lava, la seca con cariño le agradece porque es linda, la pone en su bolsita y la guarda en un lugar seguro. Cada cierto tiempo la saca, la acaricia y luego la vuelve a guardar.
No se la pones todos los días, porque le pica y le aprieta. pero cuando hace frío intenso, la busca porque es muy abrigadora.
-Así es su hija. ¿Usted sabe que ella la quiere verdad?
– Si. Me lo ha demostrado en más de una ocasión. y ahora que me lo mencionas, tengo una chompita así, me pica y me aprieta…. me la regaló mi hija.
Recogió con cariño su chompita, la dobló, la acarició y después de guardarla en su bolso me miró con ternura, sonrió y me dijo:
– Gracias
Nos despedimos y yo me quedé pensando cuantas veces sufrimos por que los demás no se comportan como nosotros quisiéramos e insistimos en tratar de que cambien las personas que nos rodean, cuando podríamos quererlas tal cual son.
SI LO QUE AMAS TE CAUSA DOLOR … ALEJATE
Extraído del blog ” Anécdotas de mi vida ” https://ivanmunizr.blogspot.com/
